sábado, 23 de julio de 2011

Notas / (I)

Mis labios (como las palabras) no discriminan sexo o edad, no saben de tiempos ni espacios, no conocen de sensatez o cordura, no distinguen entre versos y besos. Hablan múltiples vocablos, canibálicos, sedientos, "ninfómanos", blandos y húmedos; y cuando despiertan, escupen algarabía de colores, restos de lluvias an/interiores y algún que otro trozo de corazón atorado entre los dientes...