domingo, 25 de septiembre de 2011

Notas (III)

Si la palabra evidencia la ausencia, ¿que nos anuncia el silencio?... ¿a qúe hora nos hierve la sangre?, ¿cúando es el momento de la des-hora?... Ganas de que se embriaguen las palabras!, y yo con un café y los pies frios...

martes, 2 de agosto de 2011

Notas/ (II)

Los besos, las caricias, el amor: son insensatos, no conocen de tiempo, de espacios, no saben de cordura, se dan y son todo, para luego acallarse en la memoria y si mi memoria es mala -y no confió mucho en ella-, confió en que el corazón si tiene memoria… La palabra es lo más certero que tengo, y si me besas, y si me tocas, se enciende un cementerio de palabras calladas que nacen para no decirse, porque no saben hablar de amor, y a pesar de todo caprichosamente las perseguiré hasta Babel con tal de regalarte un verso cada que nazca una estrella…


(Te) Quiero, si querer es suficiente, y si no lo es, entonces (te) quiero mas y me vale madre el romanticismo, porque yo a diferencia de los románticos no quiero que el tiempo se detenga, que nada se detenga, yo quiero que todo tiemble en conjunto, yo quiero comerme las horas sobre tu piel, ver como paseas los ojos por los días, como te crecen lunas en el cabello, contarte las noches, desnudar cada mujer que encierras, conocerles el color, desenredarles el cabello… Pero lo único que se desnuda es la noche y se cuelga de las manecillas, se desnuda en sombras largas y hace guardia de lo que se esconde tras la esquina, tras la memoria, en el revés de lo que escribo. Y en realidad lo que quiero decir no lo entiendo…

sábado, 23 de julio de 2011

Notas / (I)

Mis labios (como las palabras) no discriminan sexo o edad, no saben de tiempos ni espacios, no conocen de sensatez o cordura, no distinguen entre versos y besos. Hablan múltiples vocablos, canibálicos, sedientos, "ninfómanos", blandos y húmedos; y cuando despiertan, escupen algarabía de colores, restos de lluvias an/interiores y algún que otro trozo de corazón atorado entre los dientes...

martes, 21 de junio de 2011

Exordio...

Comunión plenaria
Oliverio Girondo

Los nervios se me adhieren
al barro, a las paredes,
abrazan los ramajes,
penetran en la tierra,
se esparcen por el aire,
hasta alcanzar el cielo.

El mármol, los caballos
tienen mis propias venas.
Cualquier dolor lastima
mi carne, mi esqueleto.
¡Las veces que me he muerto
al ver matar un toro!...

Si diviso una nube
debo emprender el vuelo.
Si una mujer se acuesta
yo me acuesto con ella.
Cuántas veces me he dicho:
¿Seré yo esa piedra?

Nunca sigo un cadáver
sin quedarme a su lado.
Cuando ponen un huevo,
yo también cacareo.
Basta que alguien me piense
para ser un recuerdo.



 

Resguardo líneas celosamente en la memoria, pero regalo palabras en ramos abundantes a presencias/ausencias inciertas, pero a corporalidades pocas, a veces quisiera regalar miles de versos, y quisiera recitar tantos poemas que he leído y regalarlos de una vez a la primera mujer se me ponga enfrente y que se los lleve para ser silencio total y no silencio que enmascara algarabías mentales...

Leo y re-leo, escribo y re-escribo para al final dejar que la palabra vuele, sea libre y acose otros oídos, otros labios, y dejo que cualquier otra persona robe lo que escribo mientras ya se gesta en mi la palabra nueva…

Esta madrugada siento que las palabras descansan, resbalan, yacen, se recuestan, duermen, nacen, mueren, transmutan, agonizan, se asientan, se suspenden, viven, callan, sobre mi piel, no tengo la mínima intención de ser transductor, de traducirlas a palabra escrita, aún cuando se que podrían componer líneas para guardar celosamente y regalar selectivamente para luego dejarlas ir. No tengo la mínima intención de levantarme a tomar un libro, aun cuando los ojos están hambrientos, ávidos...

Me desconectare virtual y "realmente", mudare de polo, apagare luces, pondré un disco y me tirare a que me devore la noche, inmóvil y desarmada, que me devore lentamente y sin piedad, no moveré ni un dedo aún cuando mis manos están ansiosas de crear... Creo que a veces hay que abandonar tierra firme, dejar de perseguir el horizonte y entregarse a lo incierto, a la sensación incierta, a la locura universal de un verso que retumba y tiembla...

Estoy segura, hoy podría escribir incansablemente, recitar, dedicar, crear, una y otra y otra... pero hoy escuchare a alguna mujer que se apalabra en mis adentros, escuchare como la música me habla, con suerte escuche un par de latidos del corazón de un par de Cellos, hoy estoy desarmada y todo cabe en mi piel...

En la poesía, en la música, en la noche, en la madrugada de luna abierta, en la lluvia, en la pasión, esta madrugada en mi no hay nada sensato...

…Afortunadamente no he escrito (no escribo) todo. Los escritos quedan, y hay que saber cómo y dónde escribir, no todo escrito es letra y papel. Basta que alguien me piense para ser un recuerdo.



martes, 14 de junio de 2011

Declaraciones III



“La poesía es el lugar donde todo sucede. A semejanza del amor, del humor, del suicidio y de todo acto profundamente subversivo, la poesía se desentiende de lo que no es su libertad o su verdad. Decir libertad y verdad y referir estas palabras al mundo en que vivimos o no vivimos es una mentira. No lo es cuando se las atribuye a la poesía: lugar donde todo es posible.”
Alejandra Pizarnik


"El erotismo es una de las bases del conocimiento de uno mismo,
tan indispensable como la poesía."
Anaïs Nin





Muerdo, lloro, araño, grito, beso, arrebato, callo, estrujo, enveneno, lamo, arremeto, escupo, hablo, escribo, ¡me consumo!


Maldita poesía, malditos cellos, me devoran sin piedad, sin pausas,
me tragan, se me clavan por todos lados, me astillan,
¡me descuartizan viva!


He engullido versos, melodías, noches, imágenes, sonidos, silencios…
he comido hasta los huesos una mujer y no hay saciedad…


Se acrecienta, se me extiende por todos lados, me deja encrucijada y desarmada… me enciende los labios, me sube por las venas, dilata pupilas, acelera pulsos, llena los pulmones y los vacía a su antojo. No sé donde hábito, no sé desde que mujer dentro mi existo, todo alrededor late, tiene pulso propio, ya nada tiembla, todo convulsiona conmigo… caos placentero, irrupción de orden a golpes… delirio, celos, fascinación, “locura, éxtasis, logos”.

En cualquier momento voy a estallar… ¡a estallar!, y derramare tinta por los ojos, y me correrán fragmentos de palabra por el cuerpo, y se correrán en mi versos tatuados, y dejare letras al caminar, líneas trituradas, molidas, moribundas… Mis células ya no son células, son fragmentos de estrella, trozos de constelación palabra, cuerpos celestes pariendo, gritando, llorando, callando. Fin de una era, iniciación de alteridad, de otredad, re-encarnación de siglos, vestigios de palabra antigua, “big-bang” del universo simbólico, cenizas de asteroides, girasoles en busca de luz, ojos de felino, eco de los últimos latidos del cosmos.

Las palabras me muerden, me rasguñan, arrancan mis uñas, jalan mis cabellos, apresan mis labios, y mis ojos, y mi alma, y mi corazón, los esclavizan, para luego darles besos de libertad, libertad bendita, maldita. Sueltan mi “deseo” sin piedad alguna, se sientan expectantes y lujuriosas y viperinas y morbosas a verme tirar del caos. Cualquiera de ellas que llega a mí, eriza la piel, dilata la pupila, dispara los latidos-cardiacos, me muerde el labio, arrebata el aliento, me ciegan y me dejan ver más allá del ojo humano.
Si la poesía es corporal, soy verso quemándose, letra que vibra, soy grito de la noche, soy sonora pleamar, soy corrupción y transgresión del lenguaje, enteleccia inexistente, creación de palabra nueva, “multi-orgasmia” expansiva, conjunción de implosiones, a-sintonía simbólica, a-sincronía verbal, “delirio de grandeza”, soy palabra volátil… la palabra ¡“explosión”!... y será tal que resonare en las células de las eras por advenir…

¡Poesía maldita, maldita poesía!

¡… corazón y piel al dente!






lunes, 13 de junio de 2011

Declaraciones II



 
«Me niego a vivir en un mundo ordinario como una mujer ordinaria.
A establecer relaciones ordinarias. Necesito el éxtasis…»
Anaïs Nin

 

«¡Qué sé yo! ¡Faltan palabras,
falta candor, falta poesía
cuando la sangre llora y llora!»
Alejandra Pizarnik





De los ínfimos pseudo-versos, teñidos por labios, ausentes-presentes de sempiterna majestuosidad, en el apogeo de mis fuegos, en el pleamar de los/mis infiernos, jardín de deleite, fruta prohibida, la gloria se abre, verso lúbrico…


Se gestan, re-apalabran / re-escriben / re –encarnan
se les oye a lo lejos, en el grito extasiado, enardecido
nota discordante de Violoncello / quebranto de media noche
acompasamiento, cadencia de caderas encendidas
lascivos incorpóreos / cavilantes de pasiones


Condensados al unisonó universal de cada célula, irruptores insolentes de la métrica común, sin grama-tica, sin drama, discordantes, elucubración noctámbula, sin tildes, subversivos, conjugados en tiempos atemporales, oleadas turbas de palabras…


Ninfas, nereidas
no me sacian
las palabras se me corren por los muros / por los muslos
el edén de la espalda/el filo de la espada,
de las lenguas que cortan,
lenguas de babel, ciegas que palpan…

Besos a la poesía de salón hasta devorarle, envenenarle y corromperle el alma... Paraíso encarnado /transmutado.


Se me dilatan todos los poros / me crecen los ojos
me vuelvo Vouyerista de líneas malditas
auto-erótica apalabrada y silenciosa
alaridos de locura y narcisos


Viajera de lunas, de almas, de cuerpos… almas-corazones-cuerpos acelerados, arrítmicos, altisonantes…


A la vena acrecentada del verso impúdico
poesía maldita por antonomasia
de mordidas lésbicas /
piernas en travesía nocturna
abocar, entrelazar / arañan, muerden


Triangulación de anocheceres, madrugadas y albas…


Narcosis por seducción / inducción /
intravenosa, pasmos musculo-cardiaco
romanceo entre el tinto y el café a sobredosis de placer
idílico / etílico
el embriague de besar a la mujer maldita de piernas en verso
de pechos sin soneto
suicidio deambular por su ombligo


¡Cuerpo revolucionario!


¡Carnales, malditos, delirantes, espasmódicos, seductores, ardientes… frenesí, fuego, desacato, arrebato, alaridos del corazón, clamor universal antitético!


¡Arremeten!





«Sólo creo en el fuego. Vida Fuego.
Estando yo misma en llamas enciendo a otros.
Jamás muerte. Fuego y vida»
Anaïs Nin



miércoles, 1 de junio de 2011

Porque te quiero en 98 palabras...


 
Te Quiero
Mario Benedetti

si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.

Tus ojos son mi conjuro
contra la mala jornada
te quiero por tu mirada
que mira y siembra futuro.

Tu boca que es tuya y mía
tu boca no se equivoca
te quiero porque tu boca
sabe gritar rebeldía…



Porque te quiero en 98 palabras:

I
Te quiero porque eres irruptora de palabras y consagras silencios, porque derrumbas fortalezas y alzas sensaciones en tacto, porque contigo todo es más sencillo. Porque por ti voy escribiendo cartas al viento, porque tienes el cabello de loca y la mirada dulce, te quiero por tus besos suaves y por los intensos también, te quiero por la sonrisa que se asoma en tus ojos y por la seguridad de tus abrazos. Porque me rozas y todo se expande y se resignifica fuera y dentro de mí, porque te encuentro cada anochecer, porque por ti podría escribir toda una historia…

II
… y sin embargo no puedo más que citar a Neruda. Porque por ti podría romper mi sintaxis y regalarte un verso cada anochecer, porque guardo bajo mi cama la estrella-nova que contiene tus latidos. Te quiero porque solo tú te me desbordas en cada línea, y me dejas huérfana de expresiones que no sea más que el contacto de mis labios con los tuyos que se hablan como hambrientos de entenderse. Te quiero mano a mano, tras el cuello, a cada latido y a cada paso. Te quiero por lo que eres,  y eres mujer y eres sonrisa…

III
… y eres día y eres verde.  Desde lejos y desde cerca, con kilómetros en medio, o sin espacio de por medio, así te quiero, pintada en mis brazos, sin palabras, callada, en sonrisas o carcajadas, porque yo así te quiero, simple y compleja, dormida y despierta. Te quiero lluvia, y te quiero sol, te quiero en la noche y por el alba también, despeinada y recién levantada, en la Luna y en Marte, porque lo único que quiero leerte y escribirte es la piel. Te quiero porque ya no sé cómo detener esta hemorragia de palabras y emociones.


 
Nota: Te quiero en tres tiempos, a besos, triangulada en la noche, conjugada, entrelazada, transgresoramente, hoy, mañana y pasado-mañana, te quiero porque me dejas romper tus reglas, te quiero en más de 98 palabras…


 
Tus brazos se han vuelto mi lugar preferido al que acudir cada noche...

martes, 24 de mayo de 2011

Destinataria Incuestionable

La noche
Eduardo Galeano

I
No consigo dormir. Tengo una mujer atravesada entre los párpados. Si pudiera, le diría que se vaya; pero tengo una mujer atravesada en la garganta.
II
Arránqueme, Señora, las ropas y las dudas. Desnúdeme, desdúdeme.

III
Yo me duermo a la orilla de una mujer: yo me duermo a la orilla de un abismo.

IV
Me desprendo del abrazo, salgo a la calle.
En el cielo, ya clareando, se dibuja, finita, la luna.
La luna tiene dos noches de edad.
Yo, una.




Me embarga una sensación extraña… su origen y nombre se esconden de mis palabras.

…el embargo de ese extraño sentimiento, mi irremediable sensibilidad y tus últimas palabras que leí, tus palabras con semejante diana, me terminaron por desarmar y ahora no puedo ni leerte… Busco esconderme de tu imagen, callar tus palabras, pero te aferras a seguirme. No puedo leerte sin sentirte atorada en la garganta, atravesada en los ojos, y me muerdo el labio obligándome… ya no sé ni a que me obligo.

Maldito el día en que música y poesía me tocaron la piel, y me estrujaron el corazón. Bendito el día que tu música y tu poesía y tú me hicieron temblar. Hay cosas que no tiene tiempos ni espacios, me escribiste que hay cosas que no tienen formas ni nombres… pero me trepan las emociones, me trepan, y se me agolpan, y me devoran, no tienen compasión de mi, y ellas tampoco saben de tiempos, ni de formas.

Lograste entrar, tienes un lugar en mí, no sé cómo, no sé donde, no se cual, pero lo tienes. Lograste entrar, y no, tampoco quiero que te vayas. Las palabras acercan, pero nunca son suficientes, no me convencen del todo, “La poesía no hace nada. / Y yo escribo estas páginas sabiéndolo” (“Declaración de inicio”, Marco Antonio Campos)… La poesía no me alcanza, no te alcanzo con ella. Se me desbordan las letras, y no hago más que escribirte, no sé cuánto tiempo a transcurrido desde la destinataria hasta esta coma, se me desdoblan las palabras y podría seguir y seguir, y hacer de esto una carta “interminable”, lloverte palabras en los ojos, y clavarlas en ellos para que no las olvides… Hoy podría regalarle una lluvia orquestada de besos a tu corazón, de besos labio sin distancia, y con ellos astillarte la memoria y la piel para que no me olvides. Pero no estás, y no llegas, y la noche avanza. Y todo parece tan incierto, ¿dónde estás esta noche?, ¿sabrán mis palabras llegar hasta ti?, ¿alcanzaras a escuchar estos latidos?, ¿recordaras en sueños el camino a mi habitación esta noche de ausencia?… ¿Qué hare si no llegas?

Soy hondamente sensible, más de lo que a veces quisiera ser, soy silencio prolongado porque si abriera la boca solo saldría de mi una algarabía en espiral ascendente, palabras atropelladas, enredadas, aglutinadas, sedimentadas, conjugadas, alquímicas, fugaces, recortadas, y al final insuficientes, en ti solo quiero ser palabra en silencio antes que palabra hablada. Soy mujer de piel despierta, de corazón abierto y las palabras me salen por los ojos, las olas rompen en mis ojos con magnifica facilidad… las primeras lágrimas que se inscriban en esta noche te las regalo, indiscutiblemente te las regalo… la lluvia no termina de llegar, y ya la añoro, y ya te extraño…



P.d. He dibujado y re-dibujado con tinta de labio el contorno de un beso que no termino de enviar…

Carmen


viernes, 29 de abril de 2011

-Declaraciones I

A los poetas de palabras dulces, de pluma letrada y firme. A los poetas de poesía de vino, de versos de vals. A los poetas de líneas de Lunas y letras cantadas. Yo prefiero las palabras rudas, las plumas temblorosas y “a-simbólicas”, prefiero la poesía de cerveza, de café amargo y negro, la poesía de danzón y tango. Prefiero líneas dibujadas en las caderas y letras que griten, prefiero piernas fuertes en vez de ojos tiernos. Yo le escribo a tus pechos, al corazón del pueblo, no creo en versos que lleguen al corazón, creo en versos que sacuden corazones, creo en versos de corazones calientes que revientan en pieles y hacen ebullición. Creo en la poesía que se esconde en medio de sus piernas, en la que escribe a cada paso con tacones altos, creo en la poesía de la tierra, en ideas revolucionarias y “revolucionantes”, no en palabras blandas que hablen de revolución. Yo opto por palabras rojas, no por ideas roji-negras, opto por plumas ardientes que escriben sobre la tierra que dejan huellas de guerra y pasión sobre la piel.

A los poetas de biblioteca, de rosas, de amores y cielos azules. A los poetas que le escriben a la soledad y hablan de estrellas y noches. Yo diverjo, voy tras la poesía clandestina de los ojos lujuriosos, soy tinta encendida, las palabras me tragan y me escupen flores en la cara, flores amargas, hiedra venenosa. No le escribo a la soledad, escribo con ella, no le escribo a una mujer, mis palabras no tienen destinatario fijo, no busco la poesía de los labios, prefiero a la mujer hecha poesía, la poesía carnal, y comerla toda hasta llegar a los huesos. No tengo el hábito de sentarme a escribir, con pluma y papel, o computadora, que más da. Prefiero dejar huellas de guerras nocturnas (y diurnas) sobre la piel, descubrir versos entre las piernas cuando me atrapan, inyectarme letras en las venas, letras que “erupcionan” a la menor provocación. No hablo de estrellas, hablo con ellas tirando de las melenas de noches de frenesí, no soy nocturna, no soy de amaneceres, soy de atemporalidades, de imprecisiones, de hojas vacías y labios llenos, soy de líneas que arañan, de camas(palabras) húmedas, de rincones vacíos, de cordura incierta, soy de manos sinvergüenzas, de besos de agua-ardiente, de mordidas bajo la manga, mi poesía es intento de poesía, pendo de la cuerda floja, no soy gramática, soy anti-dramática...
A todos esos poetas, los he leído y he saboreado su poesía, pero mi pluma es maldita y devora ferozmente. Soy mujer de labios sueltos, de silencios prolongados, de palabras altisonantes, de corazón caliente, y piel encendida!